No podés faltar a esta cita con la historia y la poesía
La trata de negros en estas
tierras empezó desde muy temprano, con la llegada de los primeros europeos. El
primer negro que pisó el suelo americano fue un esclavo perteneciente a un acompañante de Colón en su segundo viaje,
y como en Castilla estaba permitida la
esclavitud, muchos de los castellanos que venían a éstas tierras en busca de riquezas
trajeron esclavos negros que adquirían en Portugal.
Se calcula que desde principios del siglo XVI
hasta la abolición de la esclavitud a
fines del siglo XIX fueron traídos a
América más de diez millones de africanos,
de los cuales la mitad de los embarcados
moría durante el viaje a consecuencia de los malos tratos.
Desde los inicios de la fundación de Mendoza se
empezó la trata de africanos en nuestra provincia. En 1596 por primera vez
aparece oficializada en Mendoza la venta de un esclavo… de 10 años, se lo vende
por diez arrobas de vino, siendo su comprador
el convento de Santo Domingo, que por cierto no fue para liberarlo.
Hacia 1613 a causa de la encomienda y la muerte del
pueblo Huarpe el cabildo de Mendoza pide mil licencias (mil negros) para la
ciudad, “debido a los pocos naturales que hay en ella”.
En 1802 el treinta por ciento de la
población de Mendoza era negra, en Buenos Aires se calcula el mismo porcentaje,
mientras que en Tucumán y Córdoba se cree que el 50 por ciento de la población era
afroamericana. Después con el mestizaje, las guerras de la independencia y las
inmigraciones pareciera que en nuestras tierras nunca hubiesen existido negros.
Fueron herreros, carpinteros,
hojalateros, zapateros, albañiles, sastres, panaderos, chocolateros,
sombrereros, ejercieron como dentistas, sangradores, expertos en ventosas,
vendieron para sus dueños frutas,
aceitunas, empanadas, escobas, velas, plumeros; Las mujeres fueron
lavanderas, cocineras, amas de crías, sirvientas, planchadoras, cuando no las
hicieron prostituir
Desde siempre los pensadores de la
“argentinidad” no tuvieron en cuenta al africano como parte de nuestras raíces,
en general se creyó que los argentinos descendíamos de barcos blancos, europeos, sin darnos cuenta que de
esos mismos barcos bajaron también aquellos hermanos nuestros que trajeron su memoria,
su dolor, su música y su fuerza de trabajo
A través de estas poesías he querido
homenajear a esos hombres y mujeres que “desaparecidos de la Historia” siguen
viviendo en nuestra sangre.
Oscar
Miremont
SON BARATOS
“Nicolás Pérez vende a don Jerónimo Márquez dos esclavos que
heredó de su padre. Una mujer
llamada Paula de siete años en 250
pesos, y el otro varón de 12 años, con los pies torcidos, llamado
Juan Santos, en 100 pesos” (1769)
“Protocolo “
COMADRÁN RUIZ
El de los pies chuecos
vale menos
porque no sirve para
correr
ni para llevar la carga
y aunque es patituerto
ya corcovea
y puede ubicar su
esperma
Paula es mujer
a pesar de sus siete
años
y de que sus pechos sean
mera semilla
Sí
se lo acepto Sr.
Márquez
se que es menudita
pero ya es hembra de
cuerpo entero
y aunque no conozca la
sangre de cada mes
se la puede cruzar en
cuatro o cinco calendarios más
No
no se le va a escapar el
tullido
tampoco le va a realizar
mandados
mas sirve para la cocina
y si le tiene paciencia
también le puede escardar la lana
No le conozco padre
pero el muchacho es
lúcido
su dentadura está firme
y es fuerte de las
verijas
La más chica aún no está
amansada
corre como choique
y se ríe de nada
pero eso también se cura
su madre supo parir como
cabra
y ya tiene dos hermanas
que van por el mismo
camino
No se va arrepentir Don
Jerónimo
son baratos
y se está llevando un
regalo
Ya no me interesan
y han empezado a comer
más de la cuenta
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SI LE ENSEÑAS A LEER A
UN NEGRO
“Los negros no eran admitidos en los
establecimientos de enseñanza y en
Catamarca se llegó a azotar a un mulato por haber descubierto que sabía
leer
y
escribir” Argentinos. Jorge LANATA
“Lo único que debería saber un esclavo es obedecer al amo y hacer lo que
se le dice que haga” “Relato
de la vida…” DORUGLASS
Si le enseñas a leer a
un negro
no habrá forma de
conservarlo
se convertirá en puma
se le espantarán los
miedos
y una víbora se le
afincará en el pecho
No
mejor que no sepa de
vocales
ni de acentos que
apuñalan
ni de sílabas oscuras
como la pólvora
Se volverá intranquilo
preguntón
y empezará a reclamarte
la lluvia
el mar
y también las tormentas
El negro perderá la
sonrisa
no te responderá
prontamente
y pretenderá comer más
que el caballo
¿Dónde se ha visto
que el gusano vuele
o que los ratones se
sienten en los pupitres?
Mejor que no
que no sepa del lápiz
del cuaderno que guarda
un hacha entre sus hojas
o del libro que destroza
a cobardes
Es preferible que se
nuble con el alcohol
que se revuelque con
negras
que le rece a sus
diablos
o que se aburra cantando
Mejor el látigo
Sí, mejor el látigo
Porque si le enseñas a
leer a un negro
el rencor se le infectará
en sus ojos
y tú nunca más
estarás a salvo
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ENVIDIO A LOS PÁJAROS
“Andrés Tejeda tendría hacia 1816 unos treinta
años de edad, de carácter sombrío y de tan pocas palabras como notable de
ingenio… los inventos eran su pasión… un hombre de pueblo, sin instrucción
alguna. Tenía Tejeda un piano hecho por él en su totalidad de maderas del país,
en sus ratos de ocio, se complacía en entonar cancioneros populares
acompañándose con su piano. Inventó un despertador. Creó el primer batán de la
Argentina para vestir exclusivamente al Ejército de los Andes, por este motivo
San Martín le concedió el título de Ciudadano. Inventó un aparato para volar
pero no funcionó y se rompió las dos piernas, muriendo algún tiempo después” Investigaciones Históricas. DRAGUI LUCERO
Yo, Andrés Tejeda
mulato
hijo de mulatos
que
he visto la luz
entre
las piedras de San Miguel de Panquehua
que
crecí entre la jarilla y el chañar
yo,
el molinero del pueblo
quiero
volar
Mi
carne tomó forma entre los pájaros
He
visto al cóndor mandar en medio de las nubes
he
acompañado el plomizo vuelo del águila
he
copiado voces como lo hace la calandria
horas pasé mirando el lento planear del gavilán
Mi
casa era una casa de pájaros
que
luchaban contra la soledad
Aprendí
los primeros pasos junto al tordo azul
me
hice adolescente con el jilguero
supe
de la noche por la lechuza vizcachera
aprendí
a silbar contra el viento
junto
con el chimango y el benteveo
Me
hice entre los pájaros
Por
eso me duele este cuerpo piedra
estos
brazos sin plumones
esta
espalda sin alas
Me
lastima esta carne que se entierra
estos
huesos que se emploman
estas
manos que se engarran
Quiero
volar
Más
allá de los montes
más
allá de este río
más
allá del desierto que nos pone cepos
más
allá de ese mar del que hablaban mis abuelos
Quiero
volar a la tierra de mis padres
conocer
esos animales que pesan lo que tres carretas llenas
encontrarme
con el león que acompañó a mis ancestros
descubrir
esos guanacos con forma de árboles
escoltar
a la pantera con su piel de noche
mirar
a los ojos a los que habitan la sabana
Quiero
saber del baobab
el
árbol sagrado de la tierra antigua
besar
esa sal
mojarme
con esa lluvia
sentir
el Siroco que me llena la cara
Quiero
volar a esa tierra
la
tierra antigua
la
tierra de mi semilla
para
besar ese suelo
donde
la muerte no duele
y
la vida
la
vida azul
la
vida pájaro
es
tierna y generosa con todos sus hijos
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Preciosimimas historias y poesias de un gusto exquisito mezclando belleza y reflexion libertaria. Muchas gracias.
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